domingo, 30 de agosto de 2009

A Rosalía


A tu eterno recuerdo

Tus ojos azules como el cielo
me miraban fijamente aquella tarde
Rosalía, junto con
el silencio de tu melancolía
me mirabas silenciosa
como si quisieras decirme
con tu sola mirada cuanto me querías
tus ojos húmedos
Me miraban fijamente, sin decir palabra.

Aquella sería, la última vez que te vería
en aquella tarde de mi melancolía
tuve que decirte odios, hasta mas nunca Rosalía
¿Rosalía o Vilma?, ¿no lo sé todavía?
¿cómo te habría llamado, si hubieses sido mía?

Vilma, yo trataba de engañarme
pensando que soñaba, con lo que veía
aquel nuestro adiós me lleno para siempre
de melancolía.

Yo mismo me mentía, no, no es un adiós
es un hasta luego tan solo
no, es tan solo una despedida
pero era el hasta siempre
mi corazón va herido
por aquel adiós de tu melancolía
es un adiós más me dije, es el último adiós
dado a mi amor, a la que siempre quise.

No pude decirte nada aquella tarde
por temor a cortar con mis palabras
como el acero, la rosa de mi fantasía
tu mirada azul, entró en el alma mia
me decía sin hablar que me querías.
El amor es así, como aquella mirada.
Como aquella mirada, de tus ojos azules
aquella tarde, de mi despedida

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