jueves, 30 de junio de 2022

LA NIÑITA QUE COCINABA CON FLORES

Por José Juan Requena Este es una historia verdadera, que ocurrió realmente hace mucho, en un lindo rincón de Venezuela, en una casita blanca, con sus plantas y su pequeña montaña, un abuelo soñador y su nieta, una niñita encantadora, que un buen día se le ocurrió, soñar con una una idea, que únicamente a los niños y niñas se les puede ocurrir. Sí queridos lectores, me sorprendió cuando Samara en esta linda casita de sueños, me llama con su vocecita llena de campanitas, llena de entusiasmo, con su carita redonda como la luna, sus ojitos negros en los que brilla el resplandor del Sol de la vida y la esperanza.. Desde el pequeño jardín de la casa de sus abuelos, donde ocurrían sus sueños. Escucho su cantarina y cristalinas palabras -abuelo, abuelito, es su tintineante vocesita llena de entusiasmo, -ven, aquí que vamos a cocinar una pizza margatita. Si mi niña, que ricas son,y mejor las que tu haces, que están llenas del sabor de tus sueños. La veo con un cucharon amarillo de la abuelita, una cacerola de la cocina de su Nana, y en un poquito de agua desace unas hojitas de esparraguera verde que tiene entre sus manitas y las corta en pequeños trocitos con sus pequeños y frágiles deditos. Que bueno abuelito, ya estas aquí, tu vas a probar lo rica que me va a quedar esta pizza, -me dice Samara, mientras toma entre sus manitas una flor roja de cayena, y seguidamente empieza a desmenuzarla en trocitos en la cacerola donde están los pedacitos de la verde esparraguera. _Abuelito ya sabes lo rica que me va a quedar espero te comas un troocito de esta rica pizza, junto conmigo, mira ya está es hora de meterle al horno para que se cocine. Samarita, claro que pienso probar un pedacito de tu rica pizza margarita, contesta abuelito. Mientras con su rica y poderosa imaginación, mi nietecita hace la acción de mímica de abrir la puerta del horno e introducir la pizza en una pequeña tortera de la cocina de abuelita. -Abelito me dice, tenemos que esperar unos minutos veras que rica sale esta pizza. A los 15 minutos más o menos regreso con mi nieta Samara, y o sorpresa, no creo lo que mis ojos ven, en la tortera de la abuelita hay una rica, caliente y olorosa pizza margarita. Samara me dice sonriente, lo ves abuelo, ya está cocinada la pizza, ahora siéntate me dice señalándome na pequeña escalera de plástico azul de tres peldaños, siéntate abuelito, para darte un pedazo de la rica pizza que he preparado especialmente para ti. -Si, si me siento sonriente a con cara de asombro, mientras Samara con sus manitos me da sonriente con sus ojitos relucientes de alegría un trozo de aquella rica y olorosa pizza margarita, que su imaginación de niña inocente, había convertido oh milagro en realidad, en una verdadera sabrosa y olorosa pizza que con asombro y rezando a Dios un padre nuestro por aquel milagro, contento, lleno de alegría y asombro empiezo a probar en verdad, verdad. .Te gusta abue, me pregunta Samara -Muy rica, Samarita, es la mejor pizza que he comido en mi vida. Nota del autor: Esta pequeña historia verdadera, dedicada a mi nieta, pasó en realidad ya hace muchos muchos años, todavía al acordarme se me inundan de lagrimas los ojos. Hoy Samara está muy lejos, es ya una hermosa e inteligente señorita, yo un abuelito de la edad dorada, que sueña con aquellos días de mágico encanto y con Samara mi nieta, que nunca más volverá para hacer a su abuelito, una mágica pizza margarita preparada con flores y hojas de esparraguera del jardín mágico de sus abuelos.

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