LA NIÑITA QUE COCINABA CON FLORES

Por José Juan Requena Este es una historia verdadera, que ocurrió realmente hace mucho, en un lindo rincón de Venezuela, en una casita blanca, con sus plantas y su pequeña montaña, un abuelo soñador y su nieta, una niñita encantadora, que un buen día se le ocurrió, soñar con una una idea, que únicamente a los niños y niñas se les puede ocurrir. Sí queridos lectores, me sorprendió cuando Samara en esta linda casita de sueños, me llama con su vocecita llena de campanitas, llena de entusiasmo, con su carita redonda como la luna, sus ojitos negros en los que brilla el resplandor del Sol de la vida y la esperanza.. Desde el pequeño jardín de la casa de sus abuelos, donde ocurrían sus sueños. Escucho su cantarina y cristalinas palabras -abuelo, abuelito, es su tintineante vocesita llena de entusiasmo, -ven, aquí que vamos a cocinar una pizza margatita. Si mi niña, que ricas son,y mejor las que tu haces, que están llenas del sabor de tus sueños. La veo con un cucharon amarillo de la abuelita, una cacerola de la cocina de su Nana, y en un poquito de agua desace unas hojitas de esparraguera verde que tiene entre sus manitas y las corta en pequeños trocitos con sus pequeños y frágiles deditos. Que bueno abuelito, ya estas aquí, tu vas a probar lo rica que me va a quedar esta pizza, -me dice Samara, mientras toma entre sus manitas una flor roja de cayena, y seguidamente empieza a desmenuzarla en trocitos en la cacerola donde están los pedacitos de la verde esparraguera. _Abuelito ya sabes lo rica que me va a quedar espero te comas un troocito de esta rica pizza, junto conmigo, mira ya está es hora de meterle al horno para que se cocine. Samarita, claro que pienso probar un pedacito de tu rica pizza margarita, contesta abuelito. Mientras con su rica y poderosa imaginación, mi nietecita hace la acción de mímica de abrir la puerta del horno e introducir la pizza en una pequeña tortera de la cocina de abuelita. -Abelito me dice, tenemos que esperar unos minutos veras que rica sale esta pizza. A los 15 minutos más o menos regreso con mi nieta Samara, y o sorpresa, no creo lo que mis ojos ven, en la tortera de la abuelita hay una rica, caliente y olorosa pizza margarita. Samara me dice sonriente, lo ves abuelo, ya está cocinada la pizza, ahora siéntate me dice señalándome na pequeña escalera de plástico azul de tres peldaños, siéntate abuelito, para darte un pedazo de la rica pizza que he preparado especialmente para ti. -Si, si me siento sonriente a con cara de asombro, mientras Samara con sus manitos me da sonriente con sus ojitos relucientes de alegría un trozo de aquella rica y olorosa pizza margarita, que su imaginación de niña inocente, había convertido oh milagro en realidad, en una verdadera sabrosa y olorosa pizza que con asombro y rezando a Dios un padre nuestro por aquel milagro, contento, lleno de alegría y asombro empiezo a probar en verdad, verdad. .Te gusta abue, me pregunta Samara -Muy rica, Samarita, es la mejor pizza que he comido en mi vida. Nota del autor: Esta pequeña historia verdadera, dedicada a mi nieta, pasó en realidad ya hace muchos muchos años, todavía al acordarme se me inundan de lagrimas los ojos. Hoy Samara está muy lejos, es ya una hermosa e inteligente señorita, yo un abuelito de la edad dorada, que sueña con aquellos días de mágico encanto y con Samara mi nieta, que nunca más volverá para hacer a su abuelito, una mágica pizza margarita preparada con flores y hojas de esparraguera del jardín mágico de sus abuelos.

La Amaba, y Todavía La quiero

 

La amaba, y todavía la quiero
Por José Juan Requena.
9/sept/2020

La amaba
en silencio, pero la amaba,
la quería en secreto, pero la quería
paso en mi vida como el viento,
cruzando silencioso mi alma
sin sentir siquiera un susurro,
ni un solo gemido a su paso
De aquella linda mujer
que en secreto yo amara
por mi vida pasó, como la brisa
Para dejar
para siempre su recuerdo,
su sonrisa, y sus ojos profundos,
Pasaron
los años por mi vida
como pasa el viento que trae la lluvia
Pero
nunca puede olvidar su rostro
ni sus ojos brillando en el oscuro cielo
ni su tímida sonrisa
Ella
quedó para siempre grabada
en mi recuerdo,
como una imagen eterna
que nunca pude olvidar

Aquella Mágica Frase

Aquella Mágica Frase
Por: José Juan Requena

Te quiero me dijiste, aquella tarde fría.
Con la nieve cayendo desde el cielo
Infinito.
La calle era blanca, toda cubierta por
la nieve.
Las copas de los árboles se mecían
con el viento.
Aquellas tus palabras, llenas de melodía
de amor, y de dulzura llenan
el alma mía.
Tu amor mi bella dama
llena el alma mía, de un fuego
de un fuego celestial que
esta nieve derrite.

Te quiero, me dijiste
amor del alma mía.
Alma de mi alma
con canto de sirena
que escucho todavía.
Retumban los cristales
en los copos de nieve
que cayendo del cielo
de este infinito cielo
se desfasan en agua
cantan tu melodía
¡Te amo!
¡Te quiero todavía!

Mujer Venezolana

Mujer Venezolana
Autor: José Juan Requena

Feliz día, mujer revolucionaria
Revolucionaria por bolivariana
Compatriota, camarada, tupamara, compañera
Cubana, venezolana, latinoamericana
Mujer del Mundo, llena de amor y belleza
De corazón noble y valiente

Hoy es tu día, como todos los días
Tus compañeros de lucha
Rendimos eterno homenaje a tu valor
A tu corazón de mujer,
y amante compañera,

Esposa y madre de los hijos
De las patrias libres
Tus compañeros bolivarianos
Te rendimos eterno homenaje
En tu día de todos los días
En tu ejemplar combate por la vida.

zaparanda

ZAPARANDA
Por José Juan Requena

Tortu, Zaparanda es linda, es preciosa, es lo más cercano a un Edén, claro debe ser así, es un sitio donde se realiza todo, pero todo lo que tu te imaginas, unicamente aquellas imaginaciones que son buenas, para cuidar de que esto suceda tenemos a los avatares, que son los que cuidan del país de Zaparanda.

El país de Zaparanda, toma los colores, el aspecto y las formas que tu quieras darle, ¡fantástico! ciertamente amiga, es fantástico; pero tú me preguntarás y con sobrada razón. ¡Dónde queda Zaparanda, quiero ir, me díces, yo te contestaré que ahorita vengo de allí, es el país de todos nuestros sueños más preciados, está en todas partes, que si ¿cómo se entra? me preguntas, pues muy fácil, con la llave de la imaginación, la tuya y la de todos, nada más con esa llave, se puede entrar. Por ello, Zaparanda está llena de niños, sí niños hermosos y alegres, ellos son los que tienen más llaves para poder entrar a Zaparanda, pues siempre usan su imaginación, para soñar y jugar. Luego está llena Zapaoranda de enamorados y enamoradas felices, que se la pasan en las nubes sueña que sueña, ah y también encuentras a todos los animalitos cariñosos, ellos también viven allí. Yo, encontré a mis perritos queridos, mis compañeros y amigos de otros tiempos, y los pude abrazar regocijados ellos y yo, por el sueño de encontrarnos nuevamente, allí está Perla, blanca como un copo de algodón, mi primera perrita y me reconoció enseguida, ¡qué alegría la de encontrarnos! Luego veo a Mora, mi fiel compañera de correrías por el campo, y más allá a Rubi mi perro fox terrier, jugando con Pupi, una dálmata muy inteligente, con pupí estaba la otra y la otra pupi, son tres mis queridas perras dálmatas, y a laika, la encuentro debajo de aquel frondoso olivar, junto a mis hermosos husky siberianos, se vuelven locos de alegría al encontrarnos. Sandra, la matrona de la manada, y mi otra sandra, pues tengo dos, y mi precioso kaiser querido amigo me esperastes junto al jardín de las calas de colores, tanto que me quieres kaiser, y siempre regreso con ustedes a Zaparanda, donde transcurren ratos muy felices junto a ustedes mis amigos perros. A Zaparanda se entra tan sólo y unicamente con la imaginación, -ese es el secreto, mi secreto, yo ahora, lo comparto con ustedes amigos, amigas. Pues, vengo de Zaparanda me acabo de levantar de un hermoso sueño, pero este se los contaré en otra ocasión. Esto se los digo amados amigos, nada más que para que conozcan el secreto, mi secreto, y el de mi amiga Tortu, -tortu vive en las estrellas azules, para que ustedes mis lectores sepan y puedan entrar y salir cuando gusten del reino, del país de las hadas y los avatares, nuestro mundo secreto Zaparanda.

Lo escribí, para ti, para que al leerlo te sientas feliz, te he dado la llave del reino mágico de Zaparanda

Los últimos zapatistas

Los últimos zapatistas
Por José Juan Requena

Los últimos zapatistas de Morelos
¿Serán los últimos de cierto?
Que al grito de ¡tierra y libertad!
Se alzaron con valentía
A pelear con treinta treinta
Sus pisoteados derechos
Por hacendado patrones.

Dueños de lo que no son dueños
Amos de los que no tienen amos.
Escuchen esto, carajos
¡Viva Emiliano Zapata!
Gritaron los agraristas
Y se alzaron a luchar
Por sus derechos agrarios
Por tener tierras y casas
Por sus mujeres pisoteadas
Por el dueño de la hacienda
El patro9no el hacendado
¡Viva Zapata, carajo!
Gritaron los campesinos
Del general Emiliano
Don Emiliano Zapata.

Hace hoy ya tanto tiempo
De aquel novecientos nueve
Que se alzó Don Emiliano
Don Emiliano Zapata.
Hoy vi sus rostros curtidos
Por el aire y por el Sol,
Con las arrugas del tiempo
Como los surcos de arado
En sus rostros bien marcados.
Los últimos zapatistas
Eran ellos, fueron ellos
Los últimos guerrilleros
Agraristas,
Que lucharon por sus tierras
Carabinas treinta treinta
Que los rebeldes portaron
Y por sus campos lucharon.
Cuantos sembrados quedaron
En sus campos bien amados
Por sus familias lucharon
Por sus familias cayeron
Por vivir ellos murieron.
Rostros nobles los que vi
Surcados por el arado
De las arrugas del tiempo.
Ojos de mirada triste
Que viven hoy de sus glorias
Que viven hoy del recuerdo
De sus gloriosos combates
Junto a Emiliano Zapata.
Zapatistas de otros tiempos
Defensores de sus indios
Y de su reforma agraria.
¡La tierra, pal que la trabaja!
En Chiapas hoy renacieron
Los zapatistas de antaño
Ejercito zapatista
Que te alzas nuevamente
En las montañas de Chiapas
¡Viva Emiliano carajo!
¡Viva Emiliano Zapata!

Mi Infinita Cantera

Mi Infinita Cantera
Por José Juan Requena

Las nubes multiformes me rodean
Su misterio me envuelve
Quedamente me adormece
Adormece mi mente
Con mil formas
Todas ellas caprichosas
Copos de algodón viajeros
Que el viento da formas
Fantasmales,
De Caprichosos copos,
Multiformes
¿Quien es mejor escultor
que el propio Eolo?
¿Quien tiene todo el espacio
y firmamento?
Cual mármol sagrado de Carrara
Sus colores se combinan
con el tiempo
Con la luz misteriosa
De los cielos
Formando mágicas figuras
Imágenes caprichosas
Fantasmales
Reales e irreales
Que en mi mente se forman
Y pasanIncesantes.
Desfilando infinitas
Mostrándome sus formas
Mil y una diferentes
Y el mármol de Carrara
Del color de mi cielo
¡Nunca visto!
Me complacen mis nubes
Formando
Con el cincel del cielo
Mil formas diferentes
Figuras caprichosas
Fantasmales, misteriosas
Irreales algunas.
Las nubes,
Son toda una cantera
Donde esculpir yo puedo
Mil formas caprichosas
De mármol de Carrara
De la infinita cantera
De mis nubes doradas.